La hordenina está presente en la raíz de la cebada también en cactáceas
(como algunas especies de los géneros Ariocarpus, Coryphantha, Lophophora, Trichocereus
y Pelecyphora, así como Aztekium ritterii, Epithelantha micromeris, Obregonia
denegrii, Solisia pectinata o Turbinicarpus pseudomacrochele, entre
otras), posee propiedades antibacterianas y se le suponen efectos estimulantes
del sistema nervioso simpático, no siendo recomendable para conciliar el sueño.