La vitamina C o L-ácido ascórbico participa en numerosas funciones
metabólicas. Entre otras, tiene propiedades antioxidantes y repara el tejido
conectivo, todo lo cual decelera enfermedades degenerativas y en general las
consecuencias de la edad. Su
carencia produce escorbuto. Está presente en todo tipo de frutas y hortalizas
como acerolas, brócoli, escaramujo, grosellas, guayabas, kiwis, pimientos,
tomates o toronjas, pero sobre todo el fruto de la Terminalia ferdinandiana con 3100mg/100gr. En bastante menor medida también
está presente en caquis, papayas, fresas, naranjas, limones, melones,
coliflores, pomelos, frambuesas, mandarinas, espinacas, coles, mangos o limas.
De entre las hierbas destaca por su contenido el perejil.